lunes, 27 de diciembre de 2010

Lo mejor de 2010: "Es difícil escuchar el silencio pero yo, en aquel momento, lo escuché"


Antes de redactar el post, decir que cierro el año con una buena noticia. He entrado de lleno en el olimpo del Poker ;-))), y es que este domingo gané un torneo donde participaban ¡¡1.188!! tíos de diferentes países. Fueron casi 7 horas dejándome las pestañas, aunque normalmente no juego torneos tan largos, aproveché ya que me había quedado de Rodríguez.

El primero premio eran 5.200 dólares, pero cuando sólo quedábamos 3 jugadores (iba yo el primero, estábamos muy igualados) negociamos y llegamos a un trato (se puede hacer en la mesa final), repartiendo los premios que correspondían a los 3 primeros de manera proporcional a las fichas que teníamos cada uno. Al final, casi 3.800 pavos que están pero que muuuy bien.

En el link adjunto podéis ver los detalles del torneo en cuestión (soy "Madriles1")

http://www.officialpokerrankings.com/fulltiltpoker/Madriles1/poker/results/50857F8B369B4452829A3A4A29CAF713.html?t=1

Por lo que respecta al año, cierro el segundo año de blog. Quién diría que iba a durar tanto un blog que nació con la simple idea de servir de motivación a una dieta. La verdad es que estoy bastante contento con el tema del blog. Respecto al reto dietético, se me quedó la espina clavada y no descarto volver a retomarlo este año

Por lo que al mundo concierne, en este año 2010 ha habido muchas movidas: Las filtraciones de Wikileaks, el poder abrumador de los Mercados Financieros sobre la política (son ellos los que mandan ahora), la continuación de la crisis en el mundo y, especialmente, en España, el imparable crecimiento de China (haré un post sobre este tema), los rescates de países en Europa y que han puesto en peligro la continuidad del Euro...

A nivel personal, este año he visto empezar a andar a Lucía y me he enfrentado al reto de empezar a ser padre (creo que todavía me queda una infinidad) y me he enterado de que voy a ser padre por segunda vez. También es importante para mí que mis seres queridos: familia, amigos, yo mismo,... hayamos tenido salud que, aunque es un topicazo, no la valoras de verdad hasta que la pierdes o le ves a alguien perderla.

En el plano laboral ha sido el año más movido en mucho tiempo, pues en mi empresa, como patronal de las Cajas, nos hemos comido toda la reestructuración del sector y está siendo de una intensidad inimaginable hace sólo 2 años. De 45 Cajas hemos pasado a 18 en un abrir y cerrar de ojos (y a ver cuántas quedan cuando pase el temporal), hemos visto Cajas intervenidas por el BdE, peticiones de ayuda al Estado vía FROB, fusiones y SIP´s a tutiplén,... Las estimaciones son de que sobran 45.000 puestos de trabajo.  Veremos 2011 porque parece que va a ser el año más importante para ver cómo quedan las cosas y cuántas prejubilaciones y ERE´s van a tener que hacer las Cajas. Yo siempre comparo esta situación con  la reconversión industrial de los 80.

A pesar de todas estas cosas tan importantes anteriormente enumeradas, el hecho que, en mi opinión, ha destacado brutalmente y es el gran protagonista en el plano positivo, es el deporte español. No hay un año en la historia del deporte español como este. Ni de lejos.Aunque en este vídeo echo a faltar, por diversos motivos a: Alberto Contador, Marta Domínguez y Fernando Alonso



Pero lo más grande fue lo que vivimos aquellos meses de junio y julio, y especialmente aquel inolvidable 11 de julio. Aunque también tengo en la memoria ese España-Paraguay de cuartos, por ser la primera vez que pasábamos esa frontera, por ser mi cumpleaños y por la que armamos en el bar donde lo vimos.

Vivimos que algo que no había vivido ningún español hasta ahora. Nuestros nietos no recordarán que en 2010 el euro o el propio país estuvieron a punto de irse a pique, pero si recordarán que el 11 de julio de ese año España ganó su primer Mundial.

Acaban de estrenar un reportaje del Mundial muy bueno. Os dejo aquí el trailer. Muy recomendable."Es difícil escuchar el silencio pero yo, en aquel momento, lo escuché". Pelos como escarpias.



Os voy a dejar colgado el reportaje entero. Si no tenéis tiempo para ver las 6 partes (sólo para frikis del deporte como Dios manda), es indespensable que veáis la parte 6 (la última) y el trailer. ¡¡Más pelos como escarpias!!

¡¡FELIZ AÑO A TODOS Y LO MEJOR PARA 2011!!

PARTE 1:  EL COMIENZO DEL MUNDIAL. LA LESIÓN MENTAL DE INIESTA (corte 09:30 gran vídeo con momentos malos de grandes deportistas y su recuperación)



PARTE 2: LA DERROTA CONTRA SUIZA. EL PARTIDO DE HONDURAS. LA POLÉMICA DE LOS PORTEROS



PARTE 3: LA CLASIFICACIÓN CONTRA CHILE. LOS OCTAVOS CONTRA LA PORTUGAL DE CR
http://www.youtube.com/watch?v=8XAuuZgSNIg

PARTE 4: LOS CUARTOS DE FINAL CONTRA PARAGUAY. EL PENALTY A FAVOR DE PARAGUAY. LOS PENALTIES A FAVOR DE ESPAÑA. LOS POSTES.




PARTE 5: LA SEMIFINAL CONTRA ALEMANIA. EL AVIÓN PUYOL (a partir del 02:15). LO QUE LE DIJO EL ENTRENADOR DE ALEMANIA A XAVI (06:30). EL DÍA ANTES DE LA FINAL. LAS GUARRERÍAS DE HOLANDA.



PARTE 6: LA PARADA DE CASILLAS A ROBBEN (00:20). EL SILENCIO DE INIESTA. LA EMOCIÓN FINAL. LA GLORIA. LAS CALLES DE MADRID

http://www.youtube.com/watch?v=7G7PJSLY-9E

viernes, 17 de diciembre de 2010

Mis 3 recomendaciones del mes + Sorpresa


Otro de los apartados ya míticos de este blog: Mis recomendaciones

Me han llamado del New York Times para que trabaje para ellos recomendando varios temas, pero yo prefiero estar aquí, recomendándolas a vosotros :-)))

Vamos primero con la sorpresa

LA SORPRESA: ROBOT ASPIRADOR (iRobot)

Un nuevo mundo se abre ante mis ojos, amiguitos. María y yo hemos comprado un robot aspirador que limpia solo (además lo hace bien), no hace excesivo ruido, recorre toda la casa, ocupa mucho menos que un aspirador tradicional y, cuando termina, vuelve a la 'base' a cargarse.

No es demasiado demasiado barato, entre 200€ y 350€ según el modelo pero, para mí, por lo que ofrece, merece completamente la pena. Tanto para usarlo uno mismo como para regalo. No digáis luego que no os dois buenos consejos. La marca es Roomba. Mirad el vídeo y flipad.



Llegará un día que tengamos robots que nos hagan todo.

PELÍCULA: LA RED SOCIAL

Me pareció una película realmente interesante y emocionante. No la pondría a nivel de obra maestra, pero sí para hacerse con unos cuantos Óscar este año, incluida la de mejor mejor película. Lo dije cuando la vi y mucha gente flipó con mi comentario. Ya veremos.



Es la típica película de la que no esperas mucho, el guión está hecho y es facilón. Trata la historia de Mark Zuckerberg, el brillante alumno de Harvard que concibió una página web que parece haber redefinido nuestro tejido social de la noche a la mañana; Eduardo Saverin, el que fuera amigo íntimo de Zuckerberg, quien aportó el capital inicial para la joven empresa; Sean Parker, el fundador de Napster que trajo Facebook a los inversores de capital de riesgo del Silicon Valley; y los gemelos Winklevoss, los compañeros de Harvard que afirmaron que Zuckerberg les robó la idea y después le demandaron su titularidad.

En la película cada uno cuenta su versión, y la verdad que los 3 actores principales lo clavan. Especialmente el chico que hace de Mark Zuckerberg, que capta perfectamente su personalidad (al menos la que todo el mundo que le conoce dice que tiene). Justin Timberlake, el cantante, también me ha sorprendido en su faceta de actor dando vida al creador de Napster.

Por cierto, Mark Zuckerberg tiene 26 años, es la persona más rica del mundo con menos de 30 y el 12 en el escalafón total. Yo creo que de aquí a 10 años llegará al 1.

Lo cachondo de Zuckerberg,  es que el tío que más ha hecho por las relaciones sociales (casi diría que en la historia de la humanidad), es un tipo asocial, retraído y sin un sólo amigo. Paradojas de la vida.

Es la típica película, como dice el bueno de Bottle, a la que le sigues dando alguna vuelta unos días después, y eso es buena señal. Además tiene una doble vertiente, piensas en la película como tal, porque está bien hecha y piensas en el fenómeno social que supone Facebook que está cambiando brutalmente la forma de relacionarse entre la gente.

Para mí, la película de 2010 (los puristas me matarán)


UN PICOTEO: ANCHOAS DOBLE CERO



Dentro del mundo de las anchoas las "doble cero" son las de mejor calidad, las de calidad suprema. Son extragrandes (se podrían sacar 2 normales de cada una) y de una suavidad apabullante. Si no las encontráis, en Casa Santoña (Avenida de Nazaret 10) las tienen y las ponen de lujo y también las puedes comprar para llevar.En Casa Santoña lo fundamental es la anchoa, y es que ya sólo probar las doble cero (14 €), posiblemente la mejor que haya tomado en mi vida, merece la pena la visita.

Las ponen completamente limpias y acompañadas de unas alcaparras y unas aceitunas, las espinas las quitan con pinzas.

LIBRO: GROUCHO Y YO


Un Groucho ya mayor escribe sus memorias. Es un libro muy ameno donde cuenta sabrosas anécdotas de toda su vida  con el ingenio que le caracteriza.

Os adjunto un capítulo del libro. Es el referido al crack del 29 de Wall Street, donde Groucho se arruinó completamente. Describe muy bien la sensación de euforia primero y de pánico después que hubo en aquellos días. Leed el primer párrafo, ya veréis como os engancháis.

"...Muy pronto un negocio mucho más atractivo que el teatral atrajo mi atención y la del país. Era un asuntillo llamado mercado de valores. Lo conocí por primera vez hacia 1926. Constituyó una sorpresa muy agradable descubrir que era un negociante muy astuto. O por lo menos eso parecía, porque todo lo que compraba aumentaba de valor. No tenía asesor financiero ¿Quién lo necesitaba? Podías cerrar los ojos, apoyar el dedo en cualquier punto del enorme tablero mural y la acción que acababas de comprar empezaba inmediatamente a subir. Nunca obtuve beneficios. Parecía absurdo vender una acción a treinta cuando se sabía que dentro del año doblaría o triplicaría su valor.
Mi sueldo semanal era de unos dos mil, pero esto era calderilla en comparación con la pasta que ganaba teóricamente en Wall Street. Disfrutaba trabajando en la revista pero el salario me interesaba muy poco. Aceptaba de todo el mundo confidencias sobre el mercado de valores. Ahora cuesta creerlo pero incidentes como el que sigue eran corrientes en aquellos días.


Subí a un ascensor del hotel Copley Plaza, en Boston. El ascensorista me reconoció y dijo: - Hace un ratito han subido dos individuos,, señor Marx, ¿sabe? Peces gordos, de verdad. Vestían americanas cruzadas y llevaban claveles en las solapas. Hablaban del mercado de valores y, créame, amigo, tenían aspecto de saber lo que decían. No se han figurado que yo estaba escuchándoles, pero cuando manejo el ascensor siempre tengo el oído atento. ¡No voy a pasarme toda la vida haciendo subir y bajar uno de estos cajones! El caso es que oí que uno de los individuos decía al otro: "Ponga todo el dinero que pueda obtener en United Corporation" […]


Le di cinco dólares y corrí hacia la habitación de Harpo. Le informé inmediatamente acerca de esta mina de oro en potencia con que me había tropezado en el ascensor. Harpo acababa de desayunar y todavía iba en batín. -En el vestíbulo de este hotel están las officinas de un agente de Bolsa -dijo-. Espera a que me vista y correremos a comprar estas acciones antes de que se esparza la noticia. -Harpo -dije-, ¿estás loco? ¡Si esperamos hhasta que te hayas vestido, estas acciones pueden subir diez enteros! De modo que con mis ropas de calle y Harpo con su batín, corrimos hacia el vestíbulo, entramos en el despacho del agente y en un santiamén compramos acciones de United Corporation por valor de ciento sesenta mil dólares, con una garantía del veinticinco por ciento. Para los pocos afortunados que no se arruinaron en 1929 y que no estén familiarizados con Wall Street, permítanme explicar lo que significa esa garantía del veinticinco por ciento. Por ejemplo, si uno compraba ochenta mil dólares de acciones, sólo tenía que pagar en efectivo veinte mil. El resto se le quedaba a deber al agente. Era como robar dinero.


El miércoles por la tarde, en Broadway, Chico encontró a un habitual de Wall Street, quien le dijo en un susurro: -Chico, ahora vengo de Wall Street y allí nno se habla de otra cosa que del Cobre Anaconda. Se vende a ciento treinta y ocho dólares la acción y se rumorea que llegará hasta los quinientos. ¡Cómpralas antes de que sea demasiado tarde! Lo sé de muy buena tinta. Chico corrió inmediatamente hacia el teatro, con la noticia de esta oportunidad. Era una función de tarde y retrasamos treinta minutos el alzamiento del telón hasta que nuestro agente nos aseguró que habíamos tenido la fortuna de conseguir seiscientas acciones. ¡Estábamos entusiasmados! Chico, Harpo y yo éramos cada uno propietarios de doscientas acciones de estos valores que rezumaban oro. El agente incluso nos felicitó. Dijo: - No ocurre a menudo que alguien entre con tan buen pie en una Compañía como la Anaconda.
El mercado siguió subiendo y subiendo. Cuando estábamos de gira, Max Gordon, el productor teatral, solía ponerme una conferencia telefónica cada mañana desde Nueva York, sólo para informarme de la cotización del mercado y de sus predicciones para el día. Dichos augurios nunca variaban. Siempre eran "arriba, arriba, arriba". Hasta entonces yo no había imaginado que uno pudiera hacerse rico sin trabajar. Max me llamó una mañana y me aconsejó que comprara unos valores llamados Auburn. Eran de una compañía de automóviles, ahora inexistente. -Marx -dijo- es una gran oportunidad. Pegarrá más saltos que un canguro. Cómpralo ahora, antes de que sea demasiado tarde. Luego añadió: -¿Por qué no abandonas el teatro y olvidas esos miserables dos mil semanales que ganas? Son calderilla. Tal como manejas tus finanzas, aseguraría que puedes ganar más dinero en una hora, instalado en el despacho de un agente de valores, que los que puedes obtener haciendo ocho representaciones semanales en Broadway. -Max -contesté-, no hay duda de que tu conssejo es sensacional. Pero al fin y al cabo tengo ciertas obligaciones con Kaufman, Ryskind, Irving Berlin y con mi productor Sam Harris. Los que por entonces no sabía era que Kaufman, Ruskind, Berlin y Harris también compraban a crédito y que, finalmente, iban a ser aniquilados por sus asesores financieros. Sin embargo, por consejo de Max, llamé inmediatamente a mi agente y le instruí para que me comprara quinientas acciones de la Auburn Motor Company.


Pocas semanas más tarde, me encontraba paseando por los terrenos de un club de campo, con el señor Gordon […] El día anterior, las Auburn habían pegado un salto de treinta y ocho enteros. Me volví hacia mi compañero de golf y dije: -Max, ¿cuanto tiempo durará esto? Max repuso, utilizando una frase de Al Jolson. -Hermano, ¡todavía no has visto nada!


Lo más sorprendente del mercado, en 1929, era que nadie vendía una sola acción. La gente compraba sin cesar. Un día, con cierta timidez, hablé a mi agente acerca de este fenómeno especulativo. - No sé gran cosa sobre Wall Street - empeccé a decir en son de disculpa- pero, ¿qué es lo que hace que esas acciones sigan ascendiendo? ¿No debiera haber alguna relación entre las ganancias de una compañía, sus dividendos y el precio de venta de sus acciones? Por encima de mi cabeza, miró a una nueva víctima que acababa de entrar en su despacho y dijo: - Señor Marx, tiene mucho que aprender acerrca del mercado de valores. Lo que usted no sabe respecto a las acciones serviría para llenar un libro. - Oiga, buen hombre -repliqué-. He venido aquí en busca de consejo. Si no sabe usted hablar con cortesía, hay otros que tendrán mucho gusto en encargarse de mis asuntos. Y ahora ¿qué estaba usted diciendo? Adecuadamente castigado y amansado, respondió: - Señor Marx, tal vez no se dé cuenta, peroo éste ha cesado de ser un mercado nacional. Ahora somos un mercado mundial. Recibimos órdenes de compra de todos los países de Europa, de América del Sur e incluso de Oriente. Esta mañana hemos recibido de la India un encargo para comprar mil acciones de Tuberías Crane. Con cierto cansancio pregunté: -¿Cree que es una buena compra? -No hay otra mejor -me contestó-. Si hay algo que todos hemos de usar son las tuberías. (Se me ocurrieron otras cuantas cosas más, pero no estaba seguro de que apareciesen en las listas de cotizaciones.) -Eso es ridículo -dije-. Tengo varios amigos pieles rojas en Dakota del Sur y no utilizan las tuberías. -Solté una carcajada para celebrar mi salida, pero él permaneció muy serio, de modo que proseguí-. ¿Dice usted que desde la India le envían órdenes de compra de Tuberías Crane? Si en la lejana India piden tuberías, deben de saber algo sensacional. Apúnteme para doscientas acciones; no, mejor aún, que sean trescientas


Mientras el mercado seguía ascendiendo hacia el firmamento, empecé a sentirme cada vez más nervioso. El poco juicio que tenía me aconsejaba vender, pero, al igual que todos los demás primos, era avaricioso. Lamentaba desprenderme de cualquier acción, pues estaba seguro de que iba doblar su valor en pocos meses.


En los periódicos actuales leo con frecuencia artículos relativos a espectadores que se quejan de haber pagado hasta un centenar de dólares por dos entradas para ver My Fair Lady (1) (Personalmente opino que vale esos dólares.) Bueno, una vez pague treinta y ocho mil por ver a Eddie Cantor en el Palace […] Cantor era vecino mío en Great Neek. Como era viejo amigo suyo cuando terminó la representación fue a verle en su camerino. […] Encanto -prosiguió Cantor-, ¿qué te ha parecido mi espectáculo? Miré hacia atrás, suponiendo que habría entrado alguna muchacha. Desdichadamente no era así, y comprendí que se dirigía a mí. Eddie, cariño - contesté con entusiasmo verdadero-, ¡has estado soberbio! Me disponía a lanzarle unos cuantos piropos más cuando me miró afectuosamente con aquellos ojos grandes y brillantes, apoyó las manos en mis hombros y dijo: -Precioso, ¿tienes algunas Goldman Sachs? -Dulzura -respondí (a este juego pueden juggar dos)-, no sólo no tengo ninguna, sino que nunca he oído hablar de ellas ¿Qué es Goldman Sachs? ¿Una marca de harinas? Me cogió por ambas solapas y me atrajo hacia mí. Por un momento pensé que iba a besarme. -¡No me digas que nunca has oído hablar de las Goldman Sachs! -exclamó incrédulamente-. Es la compañía de inversiones más sensacional de todo el mercado de valores . Luego consultó su reloj y dijo: -Hoy es demasiado tarde. La Bolsa está ya ccerrada. Pero, mañana por la mañana, nene, lo primero que tienes que hacer es coger el sombrero y correr al despacho de tu agente para comprar doscientas acciones de Goldman Sachs. Creo que hoy ha cerrado a 156… ¡y a 156 es un robo! Luego Eddie me palmoteó una mejilla, yo le palmoteé la suya y nos separamos. ¡Amigo! ¡Qué contento estaba de haber ido a ver a Cantor a su camerino! Figurese, si no llego a ir aquella tarde al Teatro Palace, no hubiese tenido aquella confidencia. A la mañana siguiente, antes del desayuno, corrí al despacho del agente en el momento en que se abría la Bolsa. Aflojé el veinticinco por ciento de treinta y ocho mil dólares y me convertí en afortunado propietario de doscientas acciones de la Goldman Sachs, la mejor compañía de inversiones de América


Entonces empecé a pasarme las mañanas instalado en el despacho de un agente de Bolsa, contemplando un gran cuadro mural lleno de signos que no entendía. A no ser que llegara temprano, ni siquiera me era posible entrar. Muchas de las agencias de Bolsa tenían más público que la mayoría de los teatros de Broadway. Parecía que casi todos mis conocidos se interesaran por el mercado de valores. La mayoría de las conversaciones se limitaban a la cantidad que tal y tal valor habían subido la semana pasada, o cosas similares. El fontanero, el carnicero, el panadero, el hombre del hielo, todos anhelantes de hacerse ricos, arrojaban sus mezquinos salarios -y en muchos casos sus ahorros de toda la vida- en Wall Street. Ocasionalmente, el mercado flaqueaba, pero muy pronto se liberaba la resistencia que ofrecían los prudentes y sensatos, y proseguía su continua ascensión.


De vez en cuando algún profeta financiero publicaba un artículo sombrío advirtiendo al público que los precios no guardaban ninguna proporción con los verdaderos valores y recordando que todo lo que sube debe bajar. Pero apenas si nadie prestaba atención a estos conservadores tontos y a sus palabras idiotas de cautela. Incluso Barney Baruch, el Sócrates de Central Park y mago financiero americano, lanzó una llamada de advertencia. No recuerdo su frase exacta, pero venía a ser así: "Cuando el mercado de valores se convierte en noticia de primera página, ha sonado la hora de retirarse."


Yo no estaba presente cuando la Fiebre del Oro del cuarenta y nueve. Me refiero a 1849. Pero imagino que esa fiebre fue muy parecida a la que ahora infectaba al todo el país. El presidente Hoover estaba pescando y el resto del gobierno federal parecía completamente ajeno a lo que sucedía. No estoy seguro de que hubiesen conseguido algo aunque lo hubieran intentado, pero en todo caso el mercado se deslizó alegremente hacia su perdición.


Un día concreto, el mercado comenzó a vacilar. Unos cuantos de los clientes más nerviosos fueron presos del pánico y empezaron a descargarse. Eso ocurrió hace casi treinta años y no recuerdo las diversas fases de la catástrofe que caía sobre nosotros, pero así como al principio del auge todo el mundo quería comprar, al empezar el pánico todo el mundo quiso vender. Al principio las ventas se hacían ordenadamente, pero pronto el pánico echó a un lado el buen juicio y todos empezaron a lanzar al ruedo sus valores que por entonces solo tenían el nombre de tales. Luego el pánico alcanzó a los agentes de Bolsa, quienes empezaron a chillar reclamando garantías adicionales. Esta era una broma pesada, porque la mayor parte de los accionistas se habían quedado sin dinero, y los agentes empezaron a vender acciones a cualquier precio. Yo fui uno de los afectados. Desdichadamente, todavía me quedaba dinero en el Banco. Para evitar que vendieran mi papel empecé a firmar cheques febrilmente para cubrir las garantías que desaparecían rápidamente.


Luego, un martes espectacular, Wall Street lanzó la toalla y sencillamente se derrumbó. Eso de la toalla es una frase adecuada, porque por entonces todo el país estaba llorando. Algunos de mis conocidos perdieron millones. Yo tuve más suerte. Lo único que perdí fueron doscientos cuarenta mil dólares (o ciento veinte semanas de trabajo, a dos mil por semana). Hubiese perdido más pero era todo el dinero que tenía. El día del hundimiento final, mi amigo, antaño asesor financiero y astuto comerciante, Max Gordon, me telefoneó desde Nueva York. [...] Todo lo que dijo fue: "¡la broma ha terminado!" Antes de que yo pudiese contestar el teléfono se había quedado mudo...se suicidó.


En toda la bazofia escrita por los analistas del mercado, me parece que nadie hizo un resumen de la situación de una manera tan sucinta como mi amigo el señor Gordon. En aquellas palabras lo dijo todo. Desde luego, la broma había terminado. Creo que el único motivo por el que seguí viviendo fue el convencimiento consolador de que todos mis amigos estaban en la misma situación. Incluso la desdicha financiera, al igual que la de cualquier otra especie, prefiere la compañía. Si mi agente hubiese empezado a vender mis acciones cuando empezaron a tambalearse, hubiese salvado una verdadera fortuna. Pero como no me era posible imaginar que pudiesen bajar más, empecé a pedir prestado dinero del Banco para cubrir las garantías. Las acciones de Cobre Anaconda se fundieron como las nieves del Kilimanjaro (no creas que no he leído a Hemingway), y finalmente se estabilizaron a 2 7/8. La confidencia del ascensorista de Boston respecto a United Corporation se saldó a 3,50. Las habíamos comprado a 60. La función de Cantor en el Palace fue magnífica ¿Goldman-Sachs a 156 dólares? Cuando la máxima depresión del mercado, podía comprárselas a un dólar por acción.


El ir al desahucio financiero no constituyó una pérdida total. A cambio de mis doscientos cuarenta mil dólares obtuve un insomnio galopante, y en mi círculo social el desvelamiento empezó a sustituir al mercado de valores como principal tema de conversación..."


Groucho y yo (Groucho Marx)

domingo, 5 de diciembre de 2010

Has tenido suerte de llegarme a conocer (IV): Drazen Petrovic


En los entornos baloncestísiticos, también conocido como "El Genio de Sibenik", "El Mozart del baloncesto" o "El diablo yugoslavo".

Estamos hablando, en mi opinión, del mejor jugador europeo de la historia y, probablemente, junto con Larry Bird, el mejor jugador blanco que yo haya visto jugar.

A mitad de los 80 me empecé a interesar por el baloncesto; yo era fruto de esa generación que se aficionó al baloncesto después del espectacular éxito de las Olimpiadas del 84, donde conseguimos la plata con los Fernando Martín, Epi, Corbalán, Iturriaga, Romay, Andrés Jiménez,... sólo por detrás de la poderosa Estados Unidos con Michael Jordan, Pat Ewing, Chris Mullin,... y donde en la preselección se había caído gente como Stockton y Barkley. En semifinales habíamos superado a la que apuntaba ser en el futuro una grandiosato Yugoslavia, en su equipo jugaban unos tal hermanos Petrovic, el mayor, Alexander era un buen base, pero Drazen, el hermano pequeño ya empezó a llamarme la atención por las diabluras que hacía

En el otoño del 84, con 10 años recién cumplidos, y guiado por la fiebre baloncestística que acababa de surgir en España, me apunté en el equipo del colegio y empecé a seguir la Liga y la Copa de Europa. En Copa de Europa el Madrid tenía un equipazo, con un cinco intocable: Corbalán, Brian Jackson, Iturriaga, Fernando Martín y Wayne Robinson. Por lo que recuerdo aquella época, el formato de la Copa de Europa era todos contra todos a doble vuelta y los 2 primeros jugaban la final. Aunque había equipos bastante buenos: Maccabi, CSKA, Virtus Bolonia, Zalguiris,... y los partidos eran bastante disputados, el Madrid acababa imponiendo su superioridad e iba ganando a todos. Mientras tanto, un equipo yugoslavo relativamente desconocido y bastante joven, llamado Cibona de Zagreb y cuyo logo parecía un comecocos rojo, iba haciendo lo mismo. Por todo ello, cuando se enfretaron los 2 en la ida en Zagreb había bastante expectación, aunque todo el mundo daba por ganador al Madrid. El partido se resolvió con el Madrid 20 abajo y Petrovic con más de 35 puntos exaltando a la grada con todo tipo de gestos.

En la vuelta la Cibona ya estaba clasificada para la final como primera. El Madrid necesitaba ganar para quedar segundo y jugar la final, además del orgullo que traían herido de la vuelta. Ese día creo que a todo aficionado español, se le quedó grabado el nombre del genio, Drazen Petrovic. Metió 48 puntos, dio asistencias todas las que quiso y más, pases por la espalda, dribblings imposibles, triples en contrataque y polémica con el público madridista. Ese día nació el famoso grito "sí, sí, sí, hijoputa Petrovic que le gritaba todo el pabellón".Acabamos perdiendo por 2 puntos. Aún así, el Madrid consiguió clasificarse para la final y, en ella, ganábamos hasta el descanso, pero Petro nos clavó "sólo" 36 ese día y se llevaron la Copa de Europa un equipo de una ciudad de segunda línea yugoslava.

En este vídeo, aparte de sus jugadas, podéis ver lo que le cantaban en el Raimundo Saporta las huestes merengues. En el minuto 04:35.



Otros momentos interesantes del vídeo:

01:55- Famoso contraataque con pase por debajo de las piernas que hacía a veces
02:21- Iturriaga recoge su cintura rota a pedazitos y en la siguiente jugada Itu intenta provocarlo
03:36- El triple en carrera, otra de la especialidades de "la casa"
05:00- Sacando se sus casillas a Romay

La Ciboza de Zagreb se destapó y ganó la Copa de Europa del 85 contra el Madrid y la del 86 contra el Zalguiris, desquiciando en la final a Sabonis que acabó expulsado por agresión. Siguió amargando al Madrid hasta el año 88, año en el que además de ganarle la Copa Corak en la final, conseguimos ficharlo. Ese año disfruté en muchas ocasiones de su juego en directo en el Palacio de los Deportes, el último que vi de él en directo fue el cuarto de las finales contra el Barça donde superó los 40 puntos, también en el Open Mc Donalds donde dio otro recital de showtime. Ese año lo ganó casi todo, Copa del Rey, Recopa (con los míticos 63 puntos en la final contra el Snaidero), máximo anotador ACB, MVP,... casi todo de no ser por un funesto árbitro llamado Juanjo Neyro, que por cierto, me acabo de enterar que falleció hace 2 años

http://www.tubasket.com/noticia/Muere-Juanjo-Neyro-uno-de-los-rbitros-ms-famosos-de-la-historia-de-nuestro-baloncesto/2855

Descanse en paz, pero vaya quinto partido que nos dio. Es el arbitraje de basket que con más rabia recuerdo, un atraco con todas las letras y la imagen final del 5 titular del Madrid todos en el banquillo: Petrovic, los hermanos Martín, Rogers, Biriukov,...

Curioso, ganó casi todo menos lo que la prensa llamaba "La Liga de Petrovic" y que desde aquel infausto día pasó a recordarse como "La Liga de Neyro"

De la época en el Madrid nos quedó, aparte de su genialidad, la obsesión que tenía por el baloncesto, los que le conocían decían que sólo pensaba en basket. Era un trabajador incansable, cuando había acabado el entrenamiento y todo el mundo se había ido, él no se marchaba hasta que metía 200 tiros. En un entrenamiento hizo 127 triples seguidos; también recuerdo, como todo el mundo, que la relación entre Fernando Martín y él no era buena, pero es que eran 2 gallos en el mismo corral.

El año siguiente, en la temporada 89-90, partió hacia la NBA, ya que desde luego Europa se le había quedado pequeña y aunque Ramón Mendoza intentó retenerlo a cualquier precio, no lo consiguió, y el Croata empezó a jugar con los Portland Trail Blazers. Los Blazers, con Rick Adelman al frente no le dieron muchas oportunidades (parece que jugar en los Blazers y que desprecien tu talento es la penitencia de muchos jugadores europeos: Martín, Petrovic, Rudy,...), amén de que en la misma posición jugaban Clyde Drexler, Terry Porter, Danny Ainge,... De esa temporada recuerdo que Portland jugó la final contra los Pistons y a Petrovic le sacaban en jugadas al final del partido para que buscase el triple en los últimos minutos y en la siguiente jugada defensiva lo metían al banquillo, como si fuese un jugador de segunda línea.

No era feliz en Portland, porque no jugaba y porque él quería demostrar que valía para la NBA, por eso, la siguiente temporada fue traspasado a los Nets, donde empezó a jugar y a demostrar quién era. La temporada que murió promedió 22 puntos por partido y, estoy seguro, que la siguiente hubiese sido el primer europeo en jugar un All-Star.

Una mañana de 1993, al volver de clase, mi hermano me dio la noticia, no podía creerlo, 3 de los madridistas que más había admirado (Fernando Martín, Juanito y Petrovic) habían muerto en el plazo de poco más de 3 años.

Los Nets habían sido eliminados en la NBA y Petrovic viajó hasta Europa para jugar con su selección un partido clasificatorio para el Europeo del 93 que hubiesen ganado con la gorra sin haber estado él, pero era el capitán y estaba muy comprometido con su selección.

A la vuelta, la selección iba a coger un vuelo a Zagreb y Petrovic cambió de opinión 1 minuto antes de embarcar por una llamada de su novia. Cogieron un coche su novia, una amiga y él y en un día lluvioso y mientras iba dormido en el puesto de copiloto, el genio de Sibenik se marchó para siempre. Su novia y la amiga no sufrieron ni un rasguño. Así es la vida.

Os dejó con un reportaje que acaban de estrenar en EE.UU. y que narra Vlade Divac, se titula "Once Brothers" (Cuando éramos hermanos). Es una historia de 2 amigos, de una guerra civil entre familias, del mejor equipo de basket europeo que yo haya visto jugar nunca (sí, por encima de la actual selección española), de lo duro que fue ser pionero en la NBA (Drazen fue elegido en el número ¡¡60!!), de una gran amistad rota y nunca arreglada por la muerte de Drazen.

Es un reportaje de la ESPN para NBA Entertainment y es de los mejores documentales que he visto en mucho tiempo. Cosas así no se hacen en España. Me llama bastante la atención el viaje de Divac a Croacia a visitar a la familia de Drazen. Hay que pensar que Divac es considerado un auténtico demonio en Croacia, entre otras cosas por el incidente de la bandera croata y por la entrega de medallas del 95 (todo ello se puede ver en el documental).

El reportaje está en inglés, pero es muy fácil de entender, porque lo hablan yugoslavos y es como escuchar a españoles hablándolo

PARTE 1: LOS INICIOS



PARTE 2: COMPAÑEROS DE HABITACIÓN Y AMIGOS. EUROPA. LA SELECCIÓN.



PARTE 3: LA NBA. EL INCIDENTE DE LA BANDERA CROATA EN EL MUNDIAL 1990.



PARTE 4: LA GUERRA



PARTE 5: LA MUERTE DE DRAZEN



PARTE 6: DIVAC VIAJA A CROACIA PARA RECONCILIARSE. LA FAMILIA DE DRAZEN.